La dependencia en personas mayores es uno de los principales problemas de nuestra sociedad adulta, pero ¿Cuándo se considera a una persona dependiente?
Podemos distinguir tres tipos de dependencia:
- Leve: el paciente necesita ayuda en menos de cinco actividades instrumentales
- Moderada: el paciente necesita ayuda en una o dos actividades básicas o más de cinco instrumentales
- Grave: el paciente necesita ayuda en tres o más actividades de la vida diaria
Así como existen diferentes tipos de autonomía que genera la dependencia puede provenir de distintos factores, los cuales agrupamos en tres grandes grupos:
Factores Físicos
-
- Problemas de movilidad y aparición de enfermedades. El deterioro de algunos sistemas biológicos del organismo provoca una disminución de la fuerza física, movilidad, equilibrio y resistencia, que suele ir asociada al deterioro de la capacidad de la persona para realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Este declive del organismo biológico se produce en todas las personas, aunque existen diferencias en la forma en la que se envejece y en la que se afronta este envejecimiento. Además, el padecimiento durante la vejez de enfermedades crónicas tales como la artritis, artrosis, osteoporosis y fracturas provocadas por caídas u otros accidentes contribuyen de forma notable a la discapacidad y, por tanto, dependencia.

-
Pérdida sensorial. Las limitaciones sensoriales, sobre todo de visión y oído, influyen en gran medida en la discapacidad y dependencia de las personas mayores puesto que dificultan su interacción con el medio físico y social.
- Consumo de fármacos. La elevada frecuencia de enfermedades de diversos tipos entre las personas mayores trae consigo un alto consumo de fármacos que, a su vez, suele implicar importantes efectos secundarios e interacciones farmacológicas no deseadas. La confusión, el deterioro cognitivo adicional, los efectos sedantes, la toxicidad cardiaca o la hipotensión ortostática con síntomas que provienen con frecuencia del consumo de fármacos por las personas mayores y tienden a aumentar su dependencia.
Factores psicológicos
-
- Los trastornos cognitivos asociados al padecimiento de demencias como el Alzheimer o los que se desarrollan tras sufrir un accidente cerebrovascular son los problemas que afectan de forma más severa a la dependencia de las personas mayores debido a que limitan su actividad intelectual y su capacidad de recuerdo o de comunicación con los demás.
-
La depresión contribuye de manera significativa a la dependencia en la edad avanzada. Empuja al aislamiento social, provoca un aumento de quejas sobre uno mismo y su salud física y aumenta el declive cognitivo y funcional, todos estos son factores que potencian la dependencia.
-
-
- Factores vinculados a la personalidad. Las experiencias y aprendizajes a lo largo de la vida hacen que, con la vejez, las personas puedan transformar sus demandas y su postura sobre la aceptación de ayuda exterior ante las distintas situaciones de la vida cotidiana. El sentido positivo o negativo de los cambios depende, por tanto, de estos factores.
-
Factores contextuales
¿Cómo mejorar la autonomía y autoestima en mayores dependientes?
Es frecuente que los cuidadores presten más atención a las dificultades de la persona a la que cuidan que a las capacidades que atesora, lo que se debe a que dedican un gran tiempo y esfuerzo en aliviar sus problemas.
Al mejorar la autonomía de una persona mayor, no sólo estamos ayudan a superar sus limitaciones, sino que mejoramos su autoestima.