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Los trastornos del sueño son muy comunes a cualquier edad, aunque la frecuencia aumenta con el envejecimiento, el cual afecta a todas las funciones del organismo, aunque no con la misma intensidad ni en el mismo momento.
Cerca del 35% de las personas presentan algún trastorno del sueño en cierto momento de su vida. Más de la mitad de las personas mayores que viven en su domicilio, y hasta dos terceras partes de las que padecen enfermedades crónicas, se ven afectadas por trastornos del sueño.
En los ancianos, la edad cronológica no siempre coincide con la fisiológica, por lo que los cambios en los patrones de sueño pueden aparecer en algunos sujetos antes y en otros más tarde.
En comparación con adultos jóvenes, se han observado varios cambios prominentes que afectan tanto a la arquitectura del sueño nocturno como al ritmo circadiano de sueño-vigilia. Todos estos cambios contribuyen a que el sueño de los ancianos se caracterice por ser más frágil.
Existe gran controversia sobre si la necesidad de sueño disminuye con la edad. Sin embargo, las personas de edad avanzada sanas tienden a necesitar y obtener el mismo tiempo de sueño durante su vida joven, aunque pueden disponer de distinta arquitectura y distribución del mismo.
El ciclo del sueño transcurre en varias etapas, una con un periodo de sueño ligero y profundo sin la aparición de sueños, y otros periodos de sueños activos.
Con el envejecimiento, estos periodos de sueño tienden a cambiar, y la mayoría de los adultos mayores tienen problemas para conciliar el sueño y se despiertan con una mayor asiduidad durante la noche.
Según estudios realizados, el sueño total en el anciano disminuye a 6 o 7 horas por noche, además de despertarse de una media de tres a cuatro veces por el dolor que sienten por las enfermedades crónicas que puedan sufrir, lo que ocasiona una ansiedad e incomodidad
Causas
Las principales causas de la alteración del sueño son:
- Las patologías médicas, como el Alzheimer, pueden llegar a afectar al sueño en las personas mayores, por lo que es esencial evaluar dichos factores en un adulto mayor que tenga dificultades para dormir. Diversas condiciones patológicas interfieren con el sueño: enfermedades neurológicas, como enfermedad de Parkinson, demencia y accidente vascular encefálico; dolor crónico, que se tiende a exacerbar durante la noche; parestesias secundarias a diabetes u otros problemas neurológicos; tos o disnea secundarios a enfermedades cardíacas o pulmonares; reflujo gastroesofágico, cuya relación con el mal dormir es compleja y aún no se comprende totalmente; nicturia, muy frecuente en hombres y mujeres mayores.
- Los trastornos psiquiátricos son una causa muy frecuente de trastornos del sueño en la atención primaria, especialmente geriátrica. Las alteraciones del sueño son especialmente frecuentes con la llegada de, por ejemplo, la depresión, la cual reduce la profundidad del sueño y se asocia a trastornos del mismo, con disminución de la latencia REM y aumento de la actividad REM.
- Sufrir alguna enfermedad crónica
- Efectos de medicamentos que se toman durante el día
- Levantarse varias veces durante la noche
Evaluación de los problemas del sueño
La evaluación de los problemas de sueño en adultos mayores comienza por una entrevista. Posteriormente, resulta muy útil solicitar al paciente que realice un registro de sueño, en el cual debe anotar las características de su patrón de sueño durante algunos días, generalmente dos semanas: hora en que se acuestan y levantan, si se despiertan durante la noche, qué los despierta, si toman algún medicamento a lo largo del día y si durmieron durante el día anterior.
Este registro se debe llevar a cabo por la mañana, pues los pacientes con trastornos crónicos del sueño se angustian con su problema y les puede generar mucho estrés la obligación de realizar el registro antes de acostarse.
Además, la evaluación debe incluir un examen físico focalizando, pruebas de laboratorio orientadas a la causa específica que se sospeche, según la
sintomatología y la PSG (Polisomnografía), que se realiza en un laboratorio del sueño.
La PSG indica las siguientes situaciones:
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